jueves, 1 de marzo de 2012

MANIFESTARSE ES UN DERECHO Y A VECES UN DEBER.

“Nosotros, ¿cuándo hemos protestado en la calle?”, se pregunta Esperanza Aguirre. Se responde ella solita: “Había manifestaciones cuando pactaban con los terroristas y todas autorizadas”. Lo dice mientras el ministro del Interior sigue bajando del monte y renuncia a ilegalizar a Amaiur al tiempo que admite que el terrorismo de ETA es un problema político; por menos que esto, Zapatero estaba “de rodillas ante ETA” y había entregado Navarra. Es el doble rasero por duplicado: lo que antes era pactar con los terroristas, hoy es un gesto de responsabilidad del Gobierno; lo que fueron “manifestaciones autorizadas”, hoy son brutales algaradas callejeras.

Aguirre olvida más cosas: la fundamental, que las manifestaciones de ayer de los estudiantes estaban todas legalmente convocadas, igual que cuando la lideresa salía a la calle a gritar contra el anterior Gobierno acompañada por los obispos y el helicóptero de Telemadrid. Que una de las protestas de ayer, en Barcelona, acabase con enfrentamientos con la Policía solo descalifica a esos violentos: no al resto de los manifestantes, en su mayoría pacíficos. Tampoco anula el derecho a manifestarse. En una democracia, las manifestaciones o las huelgas son siempre herramientas legales y legítimas para la política, no solo cuando las usa la derecha. Quienes creen que la democracia consiste solo en votar un día y callar durante cuatro años están faltando al respeto a los ciudadanos.

La exagerada reacción del PP y su coro mediático ante las manifestaciones de los estudiantes es solo una vacuna preventiva. No entienden nada o prefieren no darse por enterados: culpan al PSOE de las protestas cuando los manifestantes son prácticamente los mismos que, hace unos meses, se movilizaban contra el Gobierno de Zapatero.

Nos esperan muchas curvas, pero no porque la oposición parlamentaria vaya a presionar desde la calle. La gente está cabreada. Muy cabreada. Se va a sentir aún más estafada cuando Rajoy presente los Presupuestos, incumpliendo otra vez sus promesas electorales. Y va a dar igual que el PSOE decida salir o no salir de manifestación; ya le gustaría a Rubalcaba, o a Cayo Lara, tener la llave de la convocatoria. No protestan los partidos, protestan muchos ciudadanos.


Fuente: escolar.net

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