El pasado Viernes el Gobierno de Extremadura, como a ellos les gusta llamarse a pesar de que el Estauto de Autonomía que aprobaron y votaron, lo denomina Junta de Extremadura, hizo una crisis de gobierno que por la forma y el fondo es la demostración de un gobierno en crisis.
Cesa a la Consejera de Salud, que es médico y se ha dedicado toda su vida a la sanidad, para que la nombren Jefa de la Policía y la Guardia Civil y Subdelegada del Gobierno en Cáceres, por su amplia “experiencia” en esta materia. Mi respeto por ella, a la que aprecio de verdad, aunque lo que le han demostrado es todo menos respeto, y ella se ha prestado. Si me quieres cesar, hazlo, pero no dándome una patada para no sé dónde.
Cesan a los Secretarios Generales de Hacienda y Educación, y además a quienes gestionan el Empleo, Trabajo, Turismo, los Servicios Sociales y la Dependencia. Y todo eso solamente seis meses después de ser nombrados. Y eso que eran los mejores. No hay caso igual en la democracia española, que un gobierno cese de golpe a quienes dirigen y gestionan políticas claves solamente 180 días después de haberlos nombrado. Han pagado los platos rotos de la inutilidad de los que los nombraron. Y para tapar sus errores que tienen a Extremadura frustrada y resignada y con casi 30.000 parados más que cuando llegaron, dicen que “Vara también cambió a 34 altos cargos”. Otra mentira más de quienes se han acostumbrado a mentir por prescripción facultativa. Mantuve mi gobierno toda la legislatura, salvo por razón de enfermedad de una consejera. Y en 4 años hubo cambios en seis direcciones generales. Lo demás, no fueron cambios sino reducciones y eliminaciones de cargos, pero de verdad, no como ahora.
No es una crisis de gobierno sino un gobierno en crisis. Lo malo es que entre crisis y crisis, el paro sube, las listas de espera hospitalarias se disparan, nos quedamos sin AVE ni energías renovables, sin vuelos (aunque sabemos que por poco tiempo…) Pero pasan los meses y pasarán los años, creo que pocos, y la culpa será del maestro armero. O mía, que no soy capaz de aceptar la suerte de tener un Presidente que lo tenía todo preparado, y que seis meses después reconoce que se rodeó de personas que no han funcionado. Y lo peor es que quien no ha funcionado es él y el precio lo han pagado otros. Y la Vicepresidenta dice que es normal… lo malo es que se lo crea.
Guillermo
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