miércoles, 2 de abril de 2014

LOS PPOLITICOS

La valla que separa a políticos y ciudadanos

Enviado por en 27 febrero 2014 – 22:29
Soy muy poco dado a hacer reconocimiento, ni a propios ni a extraños. Los que me conocen saben que soy una persona crítica y poco dado a hacer la pelota, pero hoy voy a hacer una excepción que me gustaría que se convirtiera en regla, por tener motivos para hacer más reconocimiento.
Mi reconocimiento va para los vecinos de Aldeacentenera, un pueblo cercano a Trujillo de poco más de 700 habitantes. Hace tiempo el gobierno de Monago, aquel que prometió cortarse un dedo si aplicaba recortes, quitó las urgencias al pueblo y a muchos otros, y aun así curiosamente Monago sigue contando con todos los dedos de la mano.
A partir de ese día liderados por su alcalde decidieron luchar para que les devolvieran lo que es de justicia, porque todos tenemos derecho a la vida independientemente de donde vivamos, esto la pone en peligro y en inferioridad de condiciones con otros extremeños.
Se movieron en las redes sociales, lanzaron un bando prohibiendo ponerse enfermos, para llamar la atención, y lo que es digno de reconocimiento: cada jueves que hay pleno en la Asamblea de Extremadura acuden con su pancarta y megafonía para recordarnos que siguen sin tener sus urgencias.
Hay muchos diputados que se acercan a saludarles, pero lo suelen hacer desde la otra parte de la valla, la que separa a políticos de ciudadanos, yo reconozco que me gusta estar más cerca, porque somos compañeros, somos amigos y me gusta abrazarles, algo más complicado con una valla por medio, por lo que siempre decido saltarme esa barrera tan poco estética y tan poco ética.
Lo que puede ser un gesto en política se convierte en algo muy importante, los que hoy están detrás de la valla luchando por sus derechos puede que mañana estén el parlamento. Si los que estamos en políticas no entendemos la necesidad de superar esas vallas que nos separan, tanto reales como imaginarias, habremos perdido el verdadero sentido de nuestro trabajo y corremos el riesgo de no hacerlo de la forma más adecuada. 
Son muchos los que esta legislatura han pasado por ese espacio para manifestarse, pero solo hay un pueblo que acude sistemáticamente cada jueves que hay pleno: los vecinos de Aldeacentenera, cuando llueve, cuando hace un calor horrible, cuando hace frio,… Aunque solo sea por esto, por su constancia, este pueblo se merece que le devuelvan lo que era suyo.

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